Un antiguo armisticio se ha roto tras el bombardeo de
una isla surcoreana con misiles desde Corea del Norte. Hoy la comunidad
internacional repudia el acto, pero el gobierno de Seúl está listo para
responder a su vecino del norte
(Foto: AP)
Seúl (AP). Corea del Norte y Corea del Sur intercambiaron fuego de artillería
hoy, hecho que dejó dos marinos surcoreanos muertos, 16 heridos,
decenas de edificios en llamas y numerosos civiles que huían en busca de
refugio, tras un bombardeo norcoreano contra una isla cerca de la
frontera.
El enfrentamiento comenzó cuando Corea del Norte advirtió a su
vecino que debía suspender las maniobras militares en la disputada zona
fronteriza, según autoridades surcoreanas. Ante la negativa de Seúl, las
fuerzas norcoreanas bombardearon la pequeña isla surcoreana de
Yeonpyeong, que tiene una mínima población civil e instalaciones
militares.
Un analista advirtió que el choque “nos acerca un paso al borde de la guerra”.
SEÚL MANDÓ LA REPRESALIA
Corea del Sur devolvió el fuego y envió cazarreactores a la zona y afirmó que podría haber bajas norcoreanas considerables debido a que las fuerzas surcoreanas desataron un intenso fuego de respuesta.
El comando supremo militar norcoreano amenazó con nuevos ataques si
Corea del Sur cruzaba la frontera marítima “incluso una milésima de
milímetro”, según la Agencia Noticiosa Central Coreana, la oficial de
Corea del Norte.
Las autoridades de Seúl describieron los bombardeos como
“atrocidades inhumanas” que infringen el armisticio de 1953 que puso fin
a la Guerra de Corea. Ambos países están técnicamente en guerra porque
nunca negociaron un tratado de paz.
CONTEO DE DAÑOS
Dos marinos surcoreanos murieron y 16 resultaron heridos, según el Estado Mayor Conjunto de ese país, mientras los pobladores se refugiaban en unos 20 búnkeres de la isla hasta que el bombardeo terminó tras cerca de una hora.
La isla de Yeonpyeong está a 11 kilómetros (siete millas) del
territorio continental norcoreano y apenas al sur del disputado límite
marítimo.
La televisora YTN TV indicó que varias casas estaban incendiadas y
que aún caían proyectiles en Yeonpyeong, a unos 120 kilómetros (75
millas) al oeste de la costa.
La estación presentó imágenes de largas columnas negras de humo saliendo de la isla, que tiene entre 1.200 y 1.300 habitantes.
El presidente Li Myung-bak ordenó al general Han Min-koo, jefe del
Estado Mayor, lanzar ataques contra las bases de misiles norcoreanos
cerca de un destacamento de artillería si había más señales de
provocación, dijo el vocero presidencial Kim Hee-jung.
Por su parte, la Casa Blanca condenó fuertemente las acciones de
Corea del Norte. En un comunicado emitido antes del amanecer del martes,
el secretario de prensa Robert Gibbs llamó a Corea del Norte a “detener
su acción beligerante”.
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