27 noviembre 2010

Corea del Norte advierte que la península está "al borde la guerra"


Corea del Norte aseguró este viernes que la península coreana se encuentra "al borde la guerra", en medio de la creciente tensión con su vecino, Corea del Sur.

Poco después de esta declaración, las fuerzas norcoreanas realizaron disparos de artillería cerca de la frontera, según informó un portavoz del Ministerio de Defensa en Seúl.

Las nuevas explosiones -presuntamente parte de un ejercicio militar de Pyongyang en su propio territorio- se escucharon en el Mar Amarillo y despertaron la alarma en la disputada zona limítrofe entre ambos países.
Ataque contra la isla de Yeonpyeong
Seúl dijo que fortalecerá su presencia militar en cinco islas del Mar Amarillo.
A dos días de que comiencen maniobras navales conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos, Corea del Norte culpó a Seúl y a Washington de que la zona esté "al borde de la guerra", en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA.

Los ejercicios militares "de los imperialistas estadounidenses y de su belicosa marioneta surcoreana" están dirigidos contra Corea del Norte, afirma Pyongyang.

"La situación en la península coreana está al borde de la guerra debido al proyecto imprudente de esos delirantes del gatillo", agrega.

Entre tanto, el gobierno de Corea del Sur designó a Kim Kwan-jin, un ex jefe militar, como nuevo ministro de Defensa.

Su antecesor, Kim Tae-young, renunció el jueves ante la ola de críticas por su reacción "lenta y tibia" tras el ataque norcoreano del martes contra la isla de Yeonpyeong, que acabó con la vida de dos civiles y dos militares y dejó 18 heridos.

Nuevo mensaje

 

Seúl dijo que fortalecerá su presencia militar en cinco islas del Mar Amarillo y que revisará el protocolo de enfrentamiento de sus fuerzas armadas, cuando existen preocupaciones de que éste es "demasiado pasivo".
Humo sobre la isla de Yeonpyeong
Corea del Sur quiere enviar a su vecino el mensaje de que "no titubeará".
El corresponsal de la BBC en Seúl, Chris Hogg, dice que el nuevo titular de Defensa tendrá la oportunidad de revisar el aparato de seguridad del país.

La idea que prevalece en el gobierno, explica, es que hasta ahora se ha puesto mucho énfasis en prevenir incidentes militares, pero que esto no ha sido lo suficientemente disuasivo.

Un alto funcionario surcoreano le dijo a la BBC que Seúl nunca pensó que Pyongyang fuera a lanzar un ataque contra civiles como el de la isla de Yeonpyeong.

Ahora, explica Hogg, Corea del Sur quiere enviar a su vecino el mensaje de que ante nuevos incidentes y no dudará en aplicar cualquier tipo de medidas que considere necesarias.

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