El ataque que Corea del
Norte realizó con fuego de artillería contra una isla del noroeste de
Corea del Sur encendió la alarma de la comunidad internacional que de
inmediato rechazó la acción armada que podría desbordarse.
Se trata del último incidente entre dos países
que se encuentran entre un perpetuo estado de guerra y tregua desde hace
más de 50 años.
Este martes, Corea del Norte realizó más de 200
disparos con fuego de artillería contra la isla surcoreana de
Yeonpyeong, en el noroeste de Corea del Sur, lo que dejó dos soldado
muertos.
Corea del Sur respondió inmediatamente al fuego y puso a sus tropas en estado de máxima alerta.
Según reportes, la mayoría de los disparos
impactaron una base militar surcoreana, aunque también se informó del
incendio de varias casas y de al menos dos civiles heridos.
Más temprano Corea del Norte había protestado
por la realización de ejercicios militares de Corea del Sur cerca de la
isla, ubicada cerca de la disputada frontera marítima entre los dos
países.
Reacciones
El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, condenó el ataque.
Ban dijo que el bombardeo de artillería de la
isla Yeonpyeong fue uno de los más graves incidentes desde el final de
la Guerra de Corea en 1953.
El jefe de la ONU llamó a la moderación de ambos países después de condenar el ataque de Pyongyang.
Ban dijo que le expresó su preocupación al presidente del Consejo de Seguridad, el embajador británico Mark Lyall Grant.
Sin embargo, en la sesión de este lunes, el
embajador reconoció que aunque se habló sobre el incidente no hubo
decisión alguna sobre la posibilidad de discutir el tema en profundidad.
El incidente también provocó la condena firme de
Estados Unidos, país que pidió a Corea del Norte el cese de las
acciones bélicas.
La Casa Blanca reafirmó su respaldo y defensa a
Corea del Sur, así como su compromiso con el mantenimiento de la
estabilidad y de la paz regional.
Desde Bruselas y bajo el mismo tono de rechazo
se pronunció la jefa de la política exterior de la Unión Europea (UE),
Catherine Ashton, quien además de expresar su firme condena al ataque
exhortó a Corea del Norte a que respete el armisticio coreano de 1953.
Pido a las autoridades de Corea del Norte que no lleven a cabo ninguna nueva acción que conlleve un riesgo de una nueva escalada de violencia
Catherine Ashton, jefa de la política exterior de la Unión Europea
"Pido a las autoridades de Corea del Norte que
no lleven a cabo ninguna nueva acción que conlleve un riesgo de una
nueva escalada de violencia", expresó Ashton quien advirtió que Europa
seguirá de cerca los acontecimientos en la península.
Francia y Alemania calificaron como una
provocación militar el ataque norcoreano mientras que desde el Reino
Unido, el canciller no ocultó sus temores sobre una escalada del
conflicto.
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico
Norte) también pronunció una condena “enérgica". La alianza militar
transatlántica advirtió que estará monitoreando lo que sucede entre Seúl
y Pyongyang.
Verificación
China, el único aliado de Corea del Norte y país
anfitrión de las ahora paralizadas conversaciones a seis bandas sobre
el programa nuclear norcoreano, se mostró preocupada por lo sucedido.
El gigante asiático insistió sin embargo, en
solicitar una verificación de los disparos –que según sostiene Seúl
provocó la muerte de dos militares surcoreanos- y llamó a ambas partes
para que se esfuercen en alcanzar la paz.
Pekín afirmó estar dispuesto a conversar con los países para trabajar en una solución a la crisis.
Entre tanto, Rusia –que condenó el ataque al que
calificó de “daño colosal”- abogó por evitar que se repitan situaciones
similares.
Amenaza
La reacción de Japón fue diferente. El ataque
fue interpretado como una amenaza de Corea del Norte y por ello anunció
que el país está en guardia.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, mantuvo
reuniones con su gabinete pues según indicó, hay que “estar preparados
para una situación inesperada”.
Este martes el presidente surcoreano, Lee
Myung-bak, dijo que el ataque con proyectiles de Corea del Norte en una
isla de Corea del Sur es "imperdonable".
"Los ataques indiscriminados contra civiles son
imperdonables, también en un sentido humanitario", le dijo a un grupo de
militares.
Lee Myung-bak ordenó que se ataquen bases de misiles norcoreanas en la costa si se detectan signos de "una nueva provocación”.
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