El Parlamento francés aprobó
definitivamente el proyecto de ley para prohibir la burka islámica en
todos los espacios públicos, lo que dejó al país a punto de convertirse
en el primero de Europa que aplica esa medida.
El proyecto de ley propuesto por el gobierno del
presidente Nicolas Sarkozy fue aprobado este martes por el Senado
francés por 246 votos a favor y uno en contra.
La iniciativa, que prevé multas y clases de
ciudadanía para quienes vistan prendas que cubran el rostro en sitios
públicos, ya había sido aprobada en julio por la cámara baja francesa,
también por amplia mayoría.
Para entrar en vigor, la ley ahora debe se
promulgada por Sarkozy y publicada en el Diario Oficial francés, pero
está previsto que antes sea elevada al Consejo Constitucional, la máxima
autoridad legal del país, que podría ratificarla o rechazarla.
"Es un problema de interpretación", explicó
Didier Maus, profesor de derecho constitucional en la universidad de
Aix-Marseille III, a BBC Mundo.
"Modelo de integración"
El texto aprobado por el Parlamento francés
prevé multas equivalentes a US$ 190 y clases de ciudadanía para quienes
vistan prendas que cubran el rostro en todas las calles, lugares o
servicios públicos del país.
También autoriza sanciones más severas para los
hombres que obliguen a mujeres a cubrir su rostro, que incluyen hasta un
año de cárcel y multas equivalentes hasta US$ 38.600.
El proyecto apunta a prohibir en la práctica el
uso de la burka o el niqab islámico, prendas que en Francia son
utilizadas por cerca de 1.900 mujeres, en su mayoría ciudadanas
francesas, según datos oficiales.
Vivir la República a cara descubierta es una cuestión de dignidad, de igualdad, de respeto de nuestros principios republicanos
Michele Alliot-Marie, ministra de Justicia
La ministra francesa de Justicia, Michèle
Alliot-Marie, dijo ante el Senado que el velo integral islámico
"cuestiona el modelo de integración a la francesa, fundado en la
aceptación de nuestra sociedad".
"Vivir la República a cara descubierta es una
cuestión de dignidad, de igualdad, de respeto de nuestros principios
republicanos", sostuvo.
Si la ley entra en vigor, Francia pasará a ser
el primer país europeo que prohíbe el velo integral islámico en los
espacios públicos, aunque España y Bélgica consideran medidas similares.
"Civilización"
La aprobación del Parlamento francés puede ser
vista como un triunfo político doméstico de Sarkozy, mientras es
criticada a nivel internacional por otra iniciativa polémica: la
expulsión de inmigrantes gitanos.
El presidente respaldó la prohibición total como
parte de un debate sobre la identidad nacional: en mayo afirmó que la
iniciativa buscaba definir "en qué civilización" vive Francia.
El proyecto fue votado por senadores de todo el
espectro político, desde la mayoría gubernamental de centro-derecha
hasta radicales de izquierda y derecha y algunos socialistas.
El orden público nunca fue perturbado por eso (la burka) y no podemos utilizar ese argumento
Didier Maus, Universidad de Aix-Marseille III
Pero la bancada socialista, el mayor grupo
opositor, actuó dividida con otros senadores que evitaron participar del
voto, al igual que comunistas y ecologistas.
Varios críticos acusan a Sarkozy de utilizar el
tema con fines electoralistas, para captar votos de la extrema derecha, y
advierten sobre el riesgo de que se estigmatice a los musulmanes en el
país.
Esta advertencia también fue hecha por líderes
de la comunidad musulmana francesa, la mayor de Europa, estimada en unos
cinco millones.
Un mes
A nivel internacional, la prohibición ha sido
cuestionada por Estados Unidos, cuyo Departamento de Estado negó que se
deba "legislar sobre lo que la gente puede vestir o no en función de sus
creencias religiosas".
También fue rechazada por Al-Qaeda, cuyo número
dos, Ayman al-Zawahiri, pidió en julio en un mensaje grabado a las
mujeres musulmanas que mantengan sus velos "aunque les cueste dinero,
educación y empleos".
La posibilidad de que la prohibición de la burka
en todos los espacios públicos de Francia viole normas locales y
europeas ya fue señalada al gobierno por el Consejo de Estado, máximo
órgano administrativo del país.
En su informe, el Consejo de Estado recomendó
una prohibición parcial de la burka sólo en algunos servicios y sitios
públicos, una opción finalmente descartada por Sarkozy.
Para evitar que la ley sea recurrida y tal vez
tumbada por particulares interesados, los líderes parlamentarios del
partido gobernante UMP anticiparon que la someterán a consideración del
Consejo Constitucional.
En caso de que esto ocurra antes de la promulgación, ese tribunal tendrá un plazo de un mes para pronunciarse.
Debate "abierto"
Maus, ex asesor gubernamental en temas
constitucionales, dijo que la ley podría afectar la libertad de
vestimenta o de circulación, que sólo puede limitarse por razones de
orden público o principios superiores que estén en juego.
"La ley prohíbe a las mujeres caminar por la
calle vestidas con la burka, pero no es una cuestión de perturbación del
orden público", estimó. "El orden público nunca fue perturbado por eso y
no podemos utilizar ese argumento".
Pero admitió que el tema "es discutible" incluso a nivel de expertos. "El debate está abierto", dijo.
La norma también puede ser desafiada a nivel del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, cuyas decisiones
son vinculantes.
Se ha previsto un período de seis meses desde la
entrada en vigor de la ley hasta que comience a aplicarse, para
explicar su contenido a las personas interesadas y permitirles que se
adapten a las nuevas restricciones.
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