Según la FAO,
en este año hay 925 millones de hambrientos, la mayoría en Asia y
África. Las abundantes cosechas y el abaratamiento de los alimentos
habrían sido las principales causas del descenso
(Reuters)
Roma (AP).
El número estimado de personas que padecen hambre crónica en el mundo
ha descendido por debajo de los 1.000 millones -la primera caída en
quince años-, gracias a las abundantes cosechas y el abaratamiento de
los alimentos cuyo repunte desató desórdenes callejeros hace unos años,
según las estadísticas difundidas el martes por Naciones Unidas.
Empero, el total de 925 millones de personas subalimentadas, la
mayoría en Asia y Africa, es “inaceptablemente alto” y muy por encima de
los objetivos del organismo mundial para reducir el número de
hambrientos en el planeta, dijo la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés).
PROGRESOS DE CHINA E INDIA DAN FRUTOS
El informe de la FAO sugiere algún progreso en la lucha contra el hambre, pero destaca que el mundo está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo para el Milenio, promovido por la ONU, para reducir la proporción de personas desnutridas en los países en desarrollo al 10% para el 2015.
El reporte calcula que hay 98 millones menos de personas con hambre crónica que en el 2009, cuando la cifra superó apenas los mil millones. Hace un año, la ONU
estimó que 1.020 millones de personas estaban subalimentadas en el
planeta. La reducción calculada para este año, especialmente ante el
crecimiento de la población, refleja mayormente los progresos en China y
la India.
De todos modos estas dos naciones, con sus poblaciones numerosas,
representan en 40% de los desnutridos en el mundo. En general, dos
tercios de los que padecen hambre crónica viven en China, India,
Bangladesh, Indonesia, Pakistán, la República Democrática del Congo o
Etiopía, dice el informe.
ABUNDANTES COSECHAS
La baja reportada se debe parcialmente a que los precios de los alimentos han caído de sus máximos niveles de 2007-08, cuando provocaron episodios de violencia en varios países en desarrollo. Otro motivo es que las cosechas de cereales y arroz han sido sólidas. La producción de cereales este año fue la tercera mayor desde que se llevan registros, pese a una escasez en Rusia debida a sequía e incendios, dijo el director general de la FAO, Jacques Diouf.
También es alentador, observó Diouf, que las existencias de cereal
sean elevadas: unos 100 millones de toneladas más que los bajos niveles
de 2007-08, cuando unos 38 países interrumpieron sus exportaciones como
reacción. La creciente demanda de biocombustibles y los aumentos en los
precios petroleros fueron los principales motivos del alza de precios en
ese entonces.
Los precios de los alimentos siguen siendo persistentemente
elevados, “pero no hemos visto el tipo de comportamiento de compras
impulsadas por el pánico” que contribuyeron a alimentar las
especulaciones y temores de hace un par de años, comentó Josette
Sheeran, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la
ONU.
Este mes, un experto de la ONU en derechos humanos instó a los
gobiernos a reprimir las especulaciones con los precios y a aumentar la
producción de alimentos. En Mozambique hubo protestas mortíferas por los
aumentos de precios y la FAO convocó a una reunión especial el 24 de septiembre para debatir los aumentos de precios recientes.
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