Señaló que dicha área es un referente, pero que podría modificarse conforme avance el debate, porque lo importante es llegar al consenso sobre esa materia.
Del Castillo rechazó que el proyecto signifique una segunda reforma agraria, y aseguró que, de aprobarse, no se expropiará “ni un centímetro” de tierra a las empresas azucareras.
El parlamentario consideró injusto que se equipare esta norma con la expropiación de tierras que hizo el general Juan Velasco, primero porque no habrá ninguna expropiación; y segundo porque las 40 mil hectáreas que ahora se proponen distan muchísimo de las 150 hectáreas de límite que puso la dictadura militar.
Defendió la constitucionalidad de la medida, pues los límites también existen en otras actividades como las telecomunicaciones, el sistema bancario y eléctrico, “y nadie se ha rasgado las vestiduras”, en alusión al comunicado de la Confiep y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Abogó en la necesidad de la medida, pues dijo que hace un año la mayor concentración era de 40 mil hectáreas, pero ahora es de 60 mil con tendencia al alza, por lo que se requiere que el Congreso actúe rápidamente.
Pero, además, señaló que este es un tema que tiene que ver con la seguridad alimenticia y la defensa del pequeño productos; pues no se puede impedir a las grandes empresas dedicar toda su producción a la exportación, y el precio que pagan por la materia prima.
Del Castillo sostuvo una reunión con los representantes de Conveagro, gremio que se mostró a favor de establecer un límite a la concentración de la propiedad de la tierra.
En la reunión, los congresistas Tomás Zamudio y Susana Vilca, del Partido Nacionalista, expresaron su acuerdo en poner un límite, pero no con las 40 mil hectáreas, por considerarla excesiva.
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