Fuente: BRASILIA. CORRESPONSALIA
"Los políticos que intentaron elegir un sucesor manipulado terminaron
en un fracaso". Eso respondió el presidente Lula da Silva cuando le
preguntaron en una entrevista si había puesto sus ojos en Dilma Rousseff
porque piensa volver a presentarse en las presidenciales de 2014.
De forma gráfica, añadió: "Nadie acepta figurar como vaca en el pesebre y muchos menos se me habría ocurrido elegir una persona para que cumpla ese papel (secundario)". Para él, la ministra de la Casa Civil, que hoy será consagrada oficialmente candidata presidencial del Partido de los Trabajadores le dará a su propio gobierno, si es que triunfa, "un ritmo y estilo propios"
Es más, en la entrevista exclusiva que concedió al diario Estado de Sao Paulo, Lula afirmó que si Dilma gana "cumplirá dos mandatos"; es decir, podrá gobernar durante 8 años. "Y a mí, como hincha en la tribuna, me cabrá aplaudir sus éxitos y rezar para que todo le salga bien". Por eso, según el presidente "no existe tal hipótesis" de una presunta vuelta suya. "Ya tuve la gracia de Dios de gobernar este país y mi tesis es la siguiente: rey muerto, rey puesto".
Según Lula, la nominación de Dilma "fue algo natural. Su dedicación y capacidad laboral y de aprendizaje, me convencieron que nacía allí una persona con un potencial político extraordinario". Y luego subrayó: "Lo mínimo que se espera de mi es que pueda tener un sucesor. Solo no lo tiene quien piensa volver cuatro años después. Entonces, hasta prefiere que gane el adversario. Ese no es mi caso".
El presidente confesó que le llegó a tener miedo a un segundo mandato. "Quien me conoce sabe que nunca me gustaron los segundos períodos". Al explicar ciertas contradicciones entre las posturas de su gobierno y las resoluciones defendidas por el Congreso del PT, que termina hoy en el Centro de Convenciones Ulisses Guimaraes de Brasilia, Lula juzgó: "En un congreso del PT aparecen 20 tesis. Y hay para todos los gustos. Ni que fuera una feria de productos ideológicos: las personas compran lo que quieren y venden lo que quieren".
No obstante, subrayó que el PT que llegó a la Presidencia en 2003 "ya había aprendido a gobernar decenas de intendencias y teníamos también los ejecutivos de Estados como Río Grande del Sur, Mato Grosso del Sur y Acre. Ese PT de 2003 era un partido maduro".
En tren de analizar su carrera política, admitió que de haber triunfado en 1989 cuando compitió con el ex presidente Fernando Collor de Mello, lo habrían volteado al día siguiente. Para él, llegar al gobierno de Brasil era un objetivo central: "El Partido Comunista de Italia pasó 30 años como el mayor PC del mundo occidental, pero nunca superó 30% de los votos. Yo nunca tuve vocación para eso. Y fui a encontrar la respuesta en José Alencar (compañero de fórmula y reconocido empresario) y en la Carta al Pueblo Brasileño". Fue en esa nota, leída ante una conferencia de su partido en medio de la campaña electoral, que Lula se comprometió a no atentar contra principios esenciales de la política económica, lanzando críticas a las postuiras de partidos de ultraizquierda.
Lula incursionó en el terreno internacional y sostuvo que la decisión brasileña de interceder a favor del gobierno de Irán se debe a que "es una cuestión mal resuelta. Irán no es Irak, y además todos sabemos que la guerra contra Bagdad fue una mentira montada encima de un país que no tenía armas químicas, como dijeron". Sostuvo, también que para él "Venezuela es una democracia" y que su gobierno "es una superdemocracia. Es la esencia de la democracia".w
De forma gráfica, añadió: "Nadie acepta figurar como vaca en el pesebre y muchos menos se me habría ocurrido elegir una persona para que cumpla ese papel (secundario)". Para él, la ministra de la Casa Civil, que hoy será consagrada oficialmente candidata presidencial del Partido de los Trabajadores le dará a su propio gobierno, si es que triunfa, "un ritmo y estilo propios"
Es más, en la entrevista exclusiva que concedió al diario Estado de Sao Paulo, Lula afirmó que si Dilma gana "cumplirá dos mandatos"; es decir, podrá gobernar durante 8 años. "Y a mí, como hincha en la tribuna, me cabrá aplaudir sus éxitos y rezar para que todo le salga bien". Por eso, según el presidente "no existe tal hipótesis" de una presunta vuelta suya. "Ya tuve la gracia de Dios de gobernar este país y mi tesis es la siguiente: rey muerto, rey puesto".
Según Lula, la nominación de Dilma "fue algo natural. Su dedicación y capacidad laboral y de aprendizaje, me convencieron que nacía allí una persona con un potencial político extraordinario". Y luego subrayó: "Lo mínimo que se espera de mi es que pueda tener un sucesor. Solo no lo tiene quien piensa volver cuatro años después. Entonces, hasta prefiere que gane el adversario. Ese no es mi caso".
El presidente confesó que le llegó a tener miedo a un segundo mandato. "Quien me conoce sabe que nunca me gustaron los segundos períodos". Al explicar ciertas contradicciones entre las posturas de su gobierno y las resoluciones defendidas por el Congreso del PT, que termina hoy en el Centro de Convenciones Ulisses Guimaraes de Brasilia, Lula juzgó: "En un congreso del PT aparecen 20 tesis. Y hay para todos los gustos. Ni que fuera una feria de productos ideológicos: las personas compran lo que quieren y venden lo que quieren".
No obstante, subrayó que el PT que llegó a la Presidencia en 2003 "ya había aprendido a gobernar decenas de intendencias y teníamos también los ejecutivos de Estados como Río Grande del Sur, Mato Grosso del Sur y Acre. Ese PT de 2003 era un partido maduro".
En tren de analizar su carrera política, admitió que de haber triunfado en 1989 cuando compitió con el ex presidente Fernando Collor de Mello, lo habrían volteado al día siguiente. Para él, llegar al gobierno de Brasil era un objetivo central: "El Partido Comunista de Italia pasó 30 años como el mayor PC del mundo occidental, pero nunca superó 30% de los votos. Yo nunca tuve vocación para eso. Y fui a encontrar la respuesta en José Alencar (compañero de fórmula y reconocido empresario) y en la Carta al Pueblo Brasileño". Fue en esa nota, leída ante una conferencia de su partido en medio de la campaña electoral, que Lula se comprometió a no atentar contra principios esenciales de la política económica, lanzando críticas a las postuiras de partidos de ultraizquierda.
Lula incursionó en el terreno internacional y sostuvo que la decisión brasileña de interceder a favor del gobierno de Irán se debe a que "es una cuestión mal resuelta. Irán no es Irak, y además todos sabemos que la guerra contra Bagdad fue una mentira montada encima de un país que no tenía armas químicas, como dijeron". Sostuvo, también que para él "Venezuela es una democracia" y que su gobierno "es una superdemocracia. Es la esencia de la democracia".w
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