Redacción
El
primer paciente en recibir un trasplante total de cara en el mundo
mostró este lunes su nuevo rostro, el mismo día en que recibió el alta
médica, cuatro meses después de la operación que tuvo lugar en el
hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Su hermana dijo que el joven se siente "muy contento y feliz porque hoy comienza una vida nueva, como la que tenía antes".
Los médicos dicen que puede recuperar hasta un 90% de sus funciones faciales, algo que esperan que ocurra en un periodo de entre doce y dieciocho meses.
Durante la cirugía, que duró 24 horas, recibió nuevos músculos faciales, además de piel, nariz, pómulos, labios, mandíbula, paladar y dientes.
El equipo de médicos que efectuó la operación estuvo dirigido por el doctor Joan Pere Barret.
Como tiene problemas de habla, pudo responder tan sólo a una pregunta de los periodistas y por eso en su lugar habló su hermana, quien tampoco quiso dar a conocer su nombre.
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"Pequeñas cosas"
"El simple hecho de pasear por la calle sin que te miren o sentarse a la mesa con la familia", dijo la joven, quien explicó que antes del accidente a su hermano "le gustaba mucho la caza y la pesca y está deseando ir a cazar y pescar".
El paciente es un joven que no podía respirar, tragar o hablar normalmente tras haber sufrido un accidente de caza con un arma de fuego hace cinco años, lo que lo hacía dependiente de equipos artificiales para respirar y comer.
El joven participó en el encuentro con los medios acompañado del jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, Joan-Pere Barret, que dirigió al equipo de más de treinta personas que realizó el trasplante.
Barret destacó que el trasplante practicado a Óscar es el "más complejo que existe".
Persona nueva
"Realmente, la integración de su nueva cara ha sido fantástica. Se siente cómodo. Se siente muy bien. Se siente una persona nueva", dijo el doctor.
Aunque está listo para volver a su casa, durante algunos meses deberá seguir estrictos controles y sesiones de rehabilitación hasta que recupere totalmente la movilidad de la cara.
Hasta el momento se habían llevado a cabo diez trasplantes de rostro en todo el mundo, pero ninguno total.
El equipo médico a cargo de la operación se aseguró de que el nuevo rostro del paciente se pareciera al que tenía antes del accidente y no al del donante anónimo.
Antes, el joven había sido operado nueve veces sin éxito en otro sanatorio. Tras evaluar el caso, el equipo del hospital catalán evaluó si el joven era un candidato apropiado para un transplante total de cara.
Seguidamente lo sometió a estudios psicológicos para asegurarse de su capacidad para enfrentar los riesgos operatorios y el hecho de tener una cara diferente después de la intervención.
CIENCIA
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