El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, propuso este lunes congelar los salarios de los
funcionarios federales para ayudar a reducir el alto déficit
presupuestario superior al billón de dólares.
Esta medida permitirá ahorrar US$2.000 millones para el año fiscal 2011 que finaliza el próximo 30 de septiembre, US$28.000 millones durante los próximos cinco años y US$60.000 millones en diez años, según el subdirector de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Jeffrey Zients.
Aunque la cantidad representa un porcentaje ínfimo del déficit presupuestario, Zients asegura que contribuirá a "encaminar al país por una senda fiscal sensata".
"Creemos que es el primero de muchos pasos difíciles que quedan por delante", dijo el alto funcionario.
La congelación de salarios, sin embargo, sólo afectará a los funcionarios civiles. El presidente Obama hizo hincapié en que "la medida no aplica a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, que junto a sus familias, continúan soportando una enorme carga con nuestra nación en guerra".
El anuncio de la congelación llega dos días antes de que la comisión presidencial para la reducción del déficit presente su informe definitivo, con recomendaciones para recortar la deuda estadounidense.
En un informe preliminar, la comisión copresidida por Erskine Bowles –jefe de gabinete durante la presidencia de Bill Clinton- y Alan simpson –ex senador republicano por Wyoming– propuso aumentar la edad de jubilación, recortar gastos y llevar a cabo una reforma tributaria para reducir el déficit en US$4 billones durante la próxima década.
ECONOMÍA
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